sábado, 9 de octubre de 2010

VARGAS LLOSA PREMIO NOBEL DE LITERATURA


Una vez mas América Latina, tiene la fortuna de que uno de sus hijos obtenga el preciado premio Nobel de la Literatura en cabeza de MARIO VARGAS LLOSA, peruano de gran trayectoria literaria y eterno candidato a este galardón de la academia sueca.  Pero, alrededor de estas lides y en este momento comienzan a conocerse las connotaciones políticas que rodean a este autor de gran renombre que, aparte de la indiscutible calidad literaria de su obra lo caracteriza la constante crítica a los regímenes dictatoriales como a los gobiernos de Castro y Chávez, siendo un adalid del neoliberalismo que lo llevó a la ruina política frente a Fujimori en el año noventa y que aún predica como de derecha.  Si bien sus criticas acentuadas sobre gobernantes de América Latina presuponen una tendencia política marginal de los extremos conocidos, no midió con el mismo rasero los abusos de los Estados Unidos en Asia, cuando incursionó en IRAK, so pretexto de que este país tenía un arsenal de armas químicas, hecho que a la luz de la ideología norteamericana lo legitimó para invadirla. Se considera un defensor de las democracias latinoamericanas y humanista, critico de los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia a los que considera siguen una corriente equivocada.  Pero bien, a pesar de su pensamiento político contradictorio, siempre pone de presente que se opone firmemente a los gobiernos de facto y su convicción en la democracia.  No por ser un gran literato debe ser un gran político; pues si el gran reconocimiento de su trayectoria como escritor los llevo a postularse como candidato presidencial en su país; su escaso conocimiento en materia económica lo impulsó a incursionar en una teoría económica que ha causado catástrofes no solo en esa campaña sino en la economía mundial.  Pero, ese reconocimiento que hoy se otorga a Latinoamérica se empaña debido a la politización del que se ha impregnado la Academia sueca en los procesos de selección de los Premios Nobel; esperamos que el otorgamiento de la distinción obedezca a la elegancia y finura de las letras del galardonado.  Que así sea.