lunes, 29 de noviembre de 2010

CUMBRE DE CANCUN


Hoy se inició la 16ª. Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP16) y desde ya, no parece existir el mejor ambiente para el logro de los acuerdos necesarios entre los países mas desarrollados, generadores de mayor polución y emisión de gases tipo invernadero.  Mas de veinte años en una continua lucha para hacerles entender que el planeta debe estar primero que el dinero, porque la raza humana está en peligro han logrado que los mas débiles en esta escala de la economía del mundo, tengan la mejor disposición para generar acuerdos, excepto Rusia, Estados Unidos, China y otros que son los que mayores emisiones producen.

Esta reunión internacional pondrá a prueba a la Organización de Naciones Unidas y su capacidad para lograr acuerdos globales para que el Protocolo de Kioto pueda seguir con vida.   Los Especialistas coinciden en que en Cancún tendrá que haber acuerdos en áreas como mitigación, transferencia de tecnología y financiamiento y la tarea de reconstruie la confianza, le corresponde a Mexico.

Eso, dicen, pero, desde lo global hasta lo nacional los Estados como Colombia deben demostrar la intención de continuar destruyendo el planeta; por ejemplo, Colombia se encuentra inmersa en una política donde la minería es un bastión del desarrollo económico y para ello se procedió al otorgamiento de licencias de exploración como las otorgadas a las Multinacionales como  Gresytar Resources, multinacional canadiense, en Santander en las veredas de California y Vetas; igualmente Sisavita, donde se ha denunciado desde hace tres años los impactos negativos sobre los recursos hídricos que bañan gran parte del Norte de Santander sumadas a las que se extendieron para realizar las exploraciones en nuestro departamento y posiblemente de explotaciones; pues bien, antes de ir a prometer y unirse a las políticas globales, que mas bien parecen farsas y comedias, porque no tienen ningún poder vinculante y coercitivo, Colombia debe dejar un ejemplo claro en el manejo de sus recursos naturales no renovables. A pesar de todo, esta cumbre erá un paso importante para avanzar en la construcción de un gran acuerdo global que permitiría dar continuidad al Protocolo de Kioto y que comprometería a todas las naciones, sobre todo a los países desarrollados, a disminuir en forma obligatoria sus emisiones de gases de efecto invernadero.

La cumbre mundial de Copenhague en diciembre de 2009, terminó con un ambiente de desconfianza entre las naciones y con un fuerte cuestionamiento hacia los mecanismos de la Organización de las Naciones Unidas, sobre todo porque algunos países realizaron reuniones fuera de los marcos oficiales.
Desde que terminó la cumbre en Copenhague y comenzó el camino para la COP16 en Cancún, México se enfocó a recuperar los lazos de confianza en el proceso de negociaciones.

Mientras los mayores generadores de las emisiones toxicas contra el medio ambiente no asuman su responsabilidad, no podremos avanzar hacia una política vinculante con todas las sociedades del mundo.

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