sábado, 4 de mayo de 2013

Y USTED QUE OPINA?


“Vamos a cerrar definitivamente el penal de Tolemaida”

ENTREVISTAEl general Sergio Mantilla, comandante del Ejército, declara “irreversible” la decisión de cerrar el penal militar envuelto en escándalos.

Autor: León Darío Peláez / Semana
SEMANA: ¿Qué dice sobre el atentado contra Ricardo Calderón? No es un secreto que  investigaba los privilegios irregulares a militares presos en Tolemaida por graves violaciones a los derechos humanos.

GENERAL SERGIO MANTILLA:
Nuestra postura es de total rechazo a ese atentado contra la libertad de expresión. Y en este caso, nuestra condena es extrema. Porque no es contra una persona, es contra la libertad de prensa que se presenta este atentado y uno de los fundamentos del país es su libertad de prensa, le guste al que le guste y no le guste al que no le guste.  

SEMANA: Según usted, ha habido un cambio institucional muy grande en las Fuerzas Militares…

G. S. M.: El mejor de los ejemplos de este cambio, de esta aceptación de los principios dentro de la institución, está en que en el último año no hubo ni una sola queja por uso excesivo de la fuerza, ni una sola denuncia por ejecuciones extrajudiciales, los mal llamados falsos positivos. Desde 2008, hemos tenido solo 28 quejas. La mitad de ellas, 14, está en la Justicia penal militar porque la Fiscalía no encontró méritos para investigarlas. La otra mitad, que sigue en la Justicia ordinaria, no ha pasado de queja y no hay un solo proceso, un solo detenido.

Entonces, condena total al atentado de nuestro querido periodista, independientemente de cualquiera de sus investigaciones. El caso de las historias sobre el sistema carcelario del Ejército lo aceptamos como unas fallas de disciplina que debemos corregirlas y en este tiempo hemos estado tomando medidas.

SEMANA: ¿Cuáles?

G. S. M.: En el caso de la cárcel de Melgar (Tolemaida) ya se trasladaron de unos presos que estaban violando los códigos y las disciplinas a unas cárceles diferentes. Se tomó el problema de los teléfonos celulares –encontramos que era cierto–, se corrigió, instalando teléfonos pagos con tarjetas.

SEMANA: Este es el segundo escándalo en la cárcel de Tolemaida. El primero lo titulamos ‘Tolemaida Resort’, ahora ‘Tolemaida Tours’. ¿Habrá un tercer título o están pensando en medidas de fondo?

G. S. M.: Pero por supuesto, porque no podemos permitir en un tercer caso. Y no les voy a dar ideas para los títulos. La guarnición de Tolemaida es una guarnición muy querida del Ejército, que no se merece esta mala fama por unos problemas de disciplina en las instalaciones carcelarias, que es una de las cincuenta y tantas actividades que cumple el fuerte, que tiene una vocación de entrenamiento. Se ha tomado una serie de medidas.

La primera, que ya se había anunciado, es la construcción de una cárcel nueva, en Bogotá o en la sabana, aún no se ha decidido el sitio. Lo más importante es que ya tenemos parte del dinero. En un par de semanas vamos a anunciar con los render cómo la pensamos hacer exactamente. Ese es el primer paso: vamos a tener un centro penitenciario creado, diseñado y construido específicamente para cumplir esas funciones. 

La segunda medida es que se terminó de construir un penal nuevo en Bello, Antioquia, que va estar disponible en un par de meses. Ya lo tenemos completo, ya recibió el primer visto bueno del Inpec, estamos haciendo las últimas modificaciones.

Y la tercera decisión es cerrar definitivamente Tolemaida, para que no se vuelva a presentar la situación de disciplina que hemos tenido con esa instalación, que no fue pensada y diseñada para eso y se encuentra muy mal ubicada dentro de los predios de una escuela de entrenamiento.

SEMANA: Esa decisión no tiene reversa… 

G. S. M.: Eso es irreversible. Eso es compromiso del comandante del Ejército. Ya el señor ministro lo dijo, pero yo enfáticamente quiero anunciarlo. El penal de Tolemaida se cierra. Esperamos que no pase año y medio para el cierre definitivo. Mientras tanto y empleando la capacidad de Bello, vamos a iniciar el desmonte gradual de esta instalación.

SEMANA:. ¿Cuándo?

G. S. M.: Dentro de un par de meses.

SEMANA: Entonces, en dos meses, vamos  a ver los primeros traslados de presos.

G. S. M.: Entonces vamos  a ver los primeros traslados.

SEMANA: ¿Cuánto personal está preso en Tolemaida?

G. S. M.: Un poco más de 350 hombres.

SEMANA: Y la capacidad de Bello es…

G. S. M.: Todavía estamos en ese proceso de certificación, pero ya lo importante es que esa instalación, más la adecuación de otras instalaciones existentes, una de Facatativá, otra en el sur de Bogotá, nos va a permitir acomodar de acuerdo con las normas a nuestros presos.

SEMANA: Entonces se cierra el capítulo de los escándalos de Tolemaida para el Ejército.

G. S. M.: Esperamos no tener un tercer escándalo. No hay que llorar sobre la leche derramada, hay que darle soluciones definitivas.

SEMANA: Usted prometió hace ya un rato que iban a entregar el nombre de la persona que dio al expresidente Uribe las coordenadas del lugar de donde fueron extraídos dos guerrilleros de las Farc para llevarlos a Cuba. ¿Qué pasó con eso?

G. S. M.: Seguimos en la investigación. No quisiera referirme en mucho detalle,. El compromiso es en poco tiempo dar esa noticia. 

SEMANA: Usted mismo dijo que estaba ‘de un cacho’, y eso fue hace bastante más de un ‘cacho’.

G. S. M.: Es que era un cacho grande…

SEMANA: ¿Y ahora qué, estamos a un cachito?

G. S. M.: Vamos a llegar no se preocupe, vamos a llegar…

SEMANA: ¿Fue un militar, un civil?

G. S. M.: Déjemelo para el término oportuno. Y en este momento de la entrevista, usted ve que hay dos temas, el tema de las coordenadas y el tema de un incidente de falla de disciplina en un penal, y además tenemos el lamentable hecho del atentado contra el querido periodista. De alguna forma, se están tratando de presentar todas estas noticias como si fuera un tema de conspiración, como si existiera un complot, un complot que unos dicen que es contra un proceso, otros que por inconformismo, etcétera.

El punto es que son temas totalmente diferentes. Son eventos que funcionan por una dinámica diferente. Es equivocado a nuestros ojos sumarlos todos y formar una teoría de conspiración que no existe, porque el Ejército de Colombia ha demostrado que es fiel y que es leal a las instituciones legítimas del Estado.

SEMANA: Hay voces que han insinuado que habría al interior de las Fuerzas Militares una fracción o una simpatía uribista…

G. S. M.: Son teorías de conspiración y suman detalles y suman declaraciones desafortunadas de exfuncionarios que confunden a la institución militar. Esas declaraciones contra la institución militar apuntan a formar divisiones, a trazar posiciones que no existen dentro de la fuerza. No somos deliberantes, nuestro respaldo es a la Constitución. Eso lo entendemos de forma perfecta y clara, y no hablamos bajo ninguna circunstancia de esas insinuaciones que tratan de dividirnos contra el Estado. Quiero ser enfático: democracia es obedecer a nuestros jefes civiles establecidos por la Constitución.

SEMANA: Se dice que esas teorías y voces tienen influencia entre los militares retirados. Circulan correos electrónicos…

G. S. M.: Ellos merecen todo nuestro reconocimiento y consideración. Son ciudadanos y pueden hacer parte del debate, como cualquier ciudadano. Son puntos de vista. Pero entre nosotros, en el Ejército, la lealtad es hacia el gobierno del señor presidente y sus instrucciones. Aquí hay un solo comandante en jefe y es el señor presidente Juan Manuel Santos.

SEMANA: ¿Qué dice del proceso de paz?

G. S. M.: El futuro no nos debe atemorizar a las Fuerzas Militares, el futuro es brillante para nosotros. Un país en calma, un país en paz, es el mejor de los escenarios para poder servir fiel y lealmente a nuestro país. Al futuro no hay que temerle. Por el momento, tenemos las instrucciones del gobierno de mantener la presión sobre los grupos narcoterroristas. Ese es nuestro trabajo y el llamado es a que junto con las Fuerzas Militares todos los colombianos hagamos de esta tarea de brindar seguridad nuestra prioridad. Lo demás son llamados de sirena a los que no se les debe prestar atención.

SEMANA: Usted debe conocer mejor que muchos lo que está pasando en La Habana. ¿Es optimista con relación a este proceso?

G. S. M.: Mi optimismo moderado. Con la desconfianza que sobre un enemigo cruel, traicionero, dedicado en muchas partes del país al narcotráfico, que dice una cosa y hace otra, con las prevenciones que se tienen sobre un enemigo de esta naturaleza y sobre el que aún no se ven las muestras para cambiar ese optimismo.

SEMANA: Con esa respuesta, habría que escribir su optimismo con letras minúsculas y el ‘moderado’ en letras inmensas…

G. S. M.: (Se ríe y acerca el pulgar y el índice hasta casi tocarlos). Sí, optimismo así chiquitico y muy moderado, muy moderadito. Aún no hay nada para poderse pegar. 

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